" La risa es la distancia más corta entre dos personas, más allá del beso y del abrazo".
Dr. J. C. Rodríguez Jurado
Desde comienzos de la humanidad, la risa ha ocupado un lugar importante en la vida del hombre, de los pueblos y de las religiones. Los antecedentes más antiguos provienen de los griegos. Para Sócrates, la alegría del alma formaba los bellos días de la vida. Aristóteles describía a la risa como un ejercicio valioso para la salud.
En la antigua China e India, existían templos donde se reunían para reír, consideraban a la risa como algo divino y de sabios, le daban un carácter espiritual de alto grado.
La tradición oriental ve a la risa como un bien de carácter espiritual, no sólo físico, y dicen que la buena risa, es la del diafragma, la risa profunda, la del Buda.
Sin embargo,en Occidente emulamos la actitud sobria, seria, formal, diríamos cuidada, que no altere las formas¿Porqué?
El estilo de vida, las exigencias, las presiones de la sociedad moderna hacen que el hombre haya perdido esa particular manera de vivir y sentir desde y con la alegría.
Ya desde la psicología S. Freud o Víctor Frankl, parten del principio de dar sentido a la existencia y al sufrimiento, introduciendo el humor como parte de su proceso terapéutico, acompañando a sus pacientes a no huir de los problemas o dificultades, sino a transitarlos desde una actitud esperanzada y de cambio.
Cada día son más los programas de prevención que incluyen los talleres de risa como elemento importante de los mismos y es comparado con el orgasmo en cuanto a la liberación y placer que provoca.
La risa es acción, es socializadora, evoca, comunica, expresa, divierte, y permite, nos conecta con el niño interno, con el placer, el juego y el movimiento y con todo nuestro ser, por eso hoy la rescatamos como una técnica antiestrés.
Es impactante cuando preguntamos a los pacientes¿cuánto hace que no se ríen?, y las expresiones muestran la realidad, muchos hacen intentos por recordar cuándo...
Es necesario estudiar, cuidar y cultivar el humor, como también es importante entender que el humor no es lo cómico, sino la posibilidad de percibirlo. Es esencial reconocer que el humor implica un esfuerzo constante para entender y dar significado a nuestras experiencias y una fuente de coraje para afrontar las situaciones adversas y las dificultades.
La risa es eminentemente humana, surge ante una situación graciosa, ante el imprevisto o el absurdo. La risa con su consecuente carcajada se aloja en el hemisferio derecho, el de las emociones, de lo sensible, de la creatividad. Es una especie de corriente linfática mágica que pone todo en movimiento y tiene la particularidad, aunque sea por instantes, de suspender el pensamiento.
Cuando nos reímos descansamos de pensar, quien ríe se conecta con la alegría y el placer. La risa y el bostezo son contagiosos, la risa comunica, acerca, expresa..., el bostezo repliega y nos lleva a la intimidad y al sueño.
Mario Satz filólogo argentino que vive en Barcelona y que ha sido promotor en nuestro país de los talleres de risa, aconseja, “reírse con la boca y con los ojos, con el cuerpo y con el alma”, porque la risa nos defiende de las agresiones externas y mejora nuestra salud física y espiritual.
Hoy la terapia de la risa, la risoterapia, la terapia del humor, los talleres de risa y club de risa cumplen la valorada función de mejorar la calidad de vida. Los pacientes con cáncer y sida son beneficiados con esta alternativa.
En Japón, las empresas cuentan con espacios para reír, pues han observado como la risa y la buena predisposición mejoran las relaciones interpersonales, la productividad y la eficiencia.
En definitiva estamos hablando de una actitud, una actitud hacia la vida, una actitud hacia las dificultades, se convierte en un poder desdramatizar las situaciones.
Aquí os dejo algunos de los muchos beneficios de la risa:
5 minutos de risa es equivalente a 45 minutos de un ejercicio aeróbico
Una hora de angustia equivale a cinco horas de trabajo físico en cuanto a la cantidad de energía consumida.
Las risas verdaderas, explosivas, hacen mover 400 músculos en todo el cuerpo.
Desde que nacemos y hasta los 6 años de edad reímos unas 300 veces al día. Ya de adultos, los muy risueños 100 veces al día y los menos, apenas si llegan a 14, cuando llegan.
La risa con sus movimientos incontrolados mueve los músculos y los estimula de tal forma, que ejercen un masaje sobre los órganos internos, provocando la posterior relajación y su consecuente sensación de goce y de placer.
Desde la relajación y la respiración está íntimamente conectada con el Yoga.
Existen vocales de la risa que movilizan determinados centros energéticos.
Aumenta la oxigenación, los pulmones incrementan el 100% su capacidad y movilizan el aire residual.
Libera endorfinas.
Regula la presión sanguínea.
Incrementa el sistema inmunológico.
Es analgésica, evita la conexión con el dolor, alivia.
El buen humor y la risa favorecen, mientras dura, la capacidad de pensar con flexibilidad y con mayor complejidad, con más amplitud.
Favorece la sexualidad.
Combate el estrés.
Optimiza la productividad.
Favorece los vínculos en las relaciones interpersonales.
Facilita y favorece la creatividad y la expresión, provocando cambios fisiológicos y actitudinales importantes.
Por ello os animo a reír porque como decía Neruda..“Muere lentamente quien evita una pasión....”
|